jueves, 7 de junio de 2018

Día 3 - La city di Milano.

Hoy fue mi primer día en Milano propiamente dicho.

¿Por qué la city y no "la città"? Se preguntarán, ya que estoy en Italia...

City, porque hago referencia al tinte financiero que tiene la palabra en inglés, ya que si bien la capital de Italia es Roma, la capital financiera y comercial del país es Milán.

No bastan más que 20 minutos en el centro de Milano para darte cuenta de que ésta es la ciudad en donde habitan los yuppies (nada más que en la versión italiana, estos señores se pasean por ahí extremadamente bien vestidos y casi intolerablemente bellos - pero esa será historia para otro post, ya que tengo la intención de recolectar material fotográfico, todo sea por mis féminas amigas y mis amigos gays -).

El asunto es que todo esto hace de Milán una ciudad muy distinta a aquello que uno tiene en su imaginario como "lo italiano". Milano es cosmopolita, moderna y fashionable 100%.

Pero Milán, antes de convertirse en el centro industrial, y más tarde financiero y comercial que es hoy, nació fundada por los celtas, luego fue una ciudad líder dentro del Imperio Romano, y más tarde fue una importante ciudad del Renacimiento, gobernada por familias como los Sforza o los Visconti. Entonces uno se encuentra con vestigios y legados de estos momentos históricos a cada paso.

Uno de ellos - probablemente el más famoso de ellos, y debo decir que con razón - es el Duomo di Milano. La catedral, bah.

Y oh dío mío con esta maravilla... Si fue para obtener este resultado final que los italianos se tomaron 4 siglos para construírlo, están más que perdonadísimos.

El Duomo es el "regalo" que la poderosa familia Visconti le hizo a Milán. O más precisamente, la manera que Gian Galeazzo Visconti encontró para decirle al resto de Europa: miren qué grande la tengo. Ustedes son reyes? Bueno, yo soy Duque y gobierno Milano, y para demostrarles que soy tan rico que puedo comprarme ese título y gobernar, miren la "capillita" que les levanto...

El Duomo fue construído en estilo gótico (mi favorito, por si les interesa) porque ese era el estilo en el que estaban construídas las catedrales o basílicas de los países monárquicos más poderosos de entonces (les suena Notre Dame o Westminster Abbey?). Esta catedral fue el edificio más alto de Milano hasta mucho después de terminar de construírse y está decorado con más de tres mil estatuas.

Y yo, chiques, me enamoré. Así de sencillo. Il Duomo es ahora mi catedral favorita - sí, desbancó a Notre Dame -. Al menos exteriormente le gana, todavía no entré para ver si en interiores queda primera también.

Quien tuvo la suerte de conocerla sabe que mi amor está bien fundado. Y para aquellos que aún no la conocen, les dejo un par de fotos acá - y con esto me despido por hoy -; miren si no tengo base para este enamoramiento:

Il Duomo di Milano

Piazza del Duomo



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